REFORMA LABORAL
Conversión de temporales. Todo contrato temporal que se convierta en indefinido podrá acogerse a un despido más barato, el de 33 días por año trabajado con un máximo de dos años que ahora se aplica a colectivos con dificultades de inserción laboral (jóvenes, mujeres y mayores de 45 años).
- Rebaja de cotizaciones. Los empresarios pagarán menos por sus trabajadores mediante dos vías. La primera es la rebaja de cotizaciones por desempleo (actualmente las empresas pagan el 6% de la base de cotización del trabajador). Se reducirían 0,25 puntos este año, la misma cantidad en 2007 y 0,5 en 2008. También bajará a la mitad (del 0,4% de la base al 0,2%) lo que aportan al Fondo de Garantía Salarial, órgano que abona los salarios de trabajadores cuyas empresas quiebran. A cambio se mejorarían las prestaciones que reciben esos trabajadores (ahora se paga un máximo de 120 días) y se fijaría una cobertura para los temporales, ahora excluidos.
- Bonificaciones. Las empresas percibirán durante más tiempo incentivos a la contratación de colectivos con dificultades. De los dos años actuales se pasará a cuatro y se creará una bonificación específica para jóvenes.
- Encadenamientos abusivos. Se pondrá freno al encadenamiento abusivo de contratos para un mismo puesto. La fórmula con más posibilidades de prosperar es la de Trabajo, que propone convertir en fijo a todo temporal que haya trabajado dos años en el mismo puesto durante un periodo de tres.
Comentario jocoso:
Estas reformas parece que van por el buen camino, es decir, por el camino de no encarecer artificialmente el coste de contratar a un trabajador adicional, y de fomentar la creación de empleo.
Pero, el Gobierno tiene que darse cuenta de que el fenómeno de la temporalidad se da porque cuando un trabajador lleva X meses trabajado, se le obliga a las empresas a firmar un contrato que a la empresa no le compensa. Entonces lo que hace la empresa es sencillamente despedir al trabajador antes de entrar en el periodo donde legalmente está obligada a hacer lo que el Estado diga.
Hay que darse cuenta de que al empresario no le reporta ningún tipo de beneficio rotar continuamente la plantilla de su empresa. Más bien le ocasiona un perjuicio porque tiene que buscar nuevos trabajadores, tiene que adiestrar a los nuevos trabajadores, la rotación continua desmotiva mucho a los trabajadores y todo esto merma la productividad, etc... Pero si el perjuicio que le supone el rotar la plantilla cada 6 meses es menor que el perjuicio que le supone contrartar un trabajador en unas condiciones desfavorables para la empresa, indudablemente el empresario preferirá rotar la plantilla.
Lo que quizás debería hacer el Gobierno es crear varias modalidades de contratos: unos que primaran mayores faciliades de despido y mayores sueldos, y otros que primaran mayores trabas al despido y tambien menores sueldos, claro.
Así trabajadores y empresarios podrían elegir la modalidad de contrato que más les compensase.
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Polr Fred -